Autoestima en los niños

autoestima-y-ninosLa autoestima es la capacidad para valorarnos y aceptarnos, y esta percepción de nosotros mismos nos acompaña desde la infancia, donde se desarrolla a través de las experiencias a las que nos enfrentamos. En consulta, a veces,vemos cómo la autoestima (baja) está en la base del problema, o bien, es consecuencia de uno, pero cada vez está más presente la demanda «quiero mejorar mi autoestima». Sin embargo, una buena autoestima no aparece «porque si» cuando llegamos a la mayoría de edad, o se nos presupone tener en determinada cantidad, sino que se aprende y forma parte de nuestro desarrollo emocional y personal. Dada la importancia de desarrollar una autoestima saludable desde la infancia, exponemos algunas de las principales pautas a tener en cuenta con los niños:

1-«Amor incondicional«: Aceptar al niño tal y como es, con sus virtudes y sus defectos (que muchas veces son nuestros propios defectos). Recriminar sus conductas, «esto no se hace», y no su forma de ser, «eres malo».

2-Dar atención: Escuchar cuando quieren decirnos algo, aunque para nosotros sea una tontería, para ellos es lo más importante que les ha pasado en el día. Buscar momentos de «atención positiva» con el.

3-Establecer límites: No permitirle todo, es importante que aprendan que no se puede tener todo lo que quiere. Esto le permitirá aprender a tolerar las frustraciones y valorar las gratificaciones. Establecer normas y límites básicos.

4-Fomentar riesgos saludables: Animarlo a que explore cosas nuevas (si nosotros tenemos miedo, se lo vamos a transmitir). Para aprender a andar en bicicleta, es necesario enfrentarse a la posibilidad de caer. Si por miedo a caer, nunca le quitamos los ruedines, no sólo no va a aprender, sino que aumentamos la sensación de fracaso y el miedo.

5-Dejar que cometan errores: Los errores son necesarios para el aprendizaje. Ni reñir cada vez que comete un error, ni evitar que los cometa, para que no sufra. Intentar ayudar al niño, buscando una forma para que no vuelva a suceder el mismo error. Esto aumentará su capacidad para manejar y controlar la situación en el futuro, aumentando así su capacidad y su autoestima. Normalizar los errores, e incluso ponerles ejemplos de nuestros errores.

6-Reforzar lo positivo: Tenemos un «radar» automático que salta cuando hacen «algo malo» (o que consideramos como «malo», muchas veces sin serlo), con la consiguiente reprimenda. Pero el «radar» para lo positivo, suele estar más apagado. Resulta más difícil reconocer las cosas buenas que las malas, quizás porque las buenas no son un problema, no molestan…Reforzar lo positivo, influirá en una buena autoestima, ya que si sólo nos destacan lo negativo, acabaremos valorándonos por ese patrón.

7-No comparar: Comparar con otros niños, es algo que también se suele hacer en negativo («tu hermano lo hace bien y tu no»). Señalar algo negativo y compararlo con alguien que no lo hace, disminuye la autoestima y aumenta la percepción de «diferente». Las comparaciones positivas tampoco son buenas: «Eres el mejor de tu clase», puede reforzarlo o puede aumentar el nivel de exigencia y estrés para «no dejar de ser el mejor», fomentando la competitividad y el miedo a «perder ese puesto» y, por tanto, «decepcionarnos». Valorar sus logros, y aceptarlo tal y como es.

8-Normalizar que todos tenemos «puntos fuertes» y «puntos débiles». Si se comparan con alguien, de forma negativa, ayudarles a aceptarlo e intentar mejorarlo, y reforzar lo bueno.

9-Dar apoyo: Dar autonomía y apoyar en sus logros. No reforzar sólo los resultados buenos, sino reforzar el proceso (el esfuerzo) para llegar a ese resultado.